“Cuando me siento sin sentido, el mar hace en honor a mi memoria, un minuto de silencio,
Cuando lloro solitario le devuelvo la vida a los suspiros de los náufragos,
Cuando el viento sopla inclemente, la furia de la melancolía se enreda entre mis párpados,
Cuando la luna le declara la guerra al hombre por haberla engañado con las estrellas, mi pluma se convierte en el cantar de los pájaros,
Cuando la media noche es el fondo de ese cantar, los dioses celosos de mí, envían a sus relámpagos,
Yo no tengo el control de mi vida, pero puedo escribirla aunque no la vaya a entender,
Yo no lloro cuando el cielo llora, pero cada vez que caen mis lágrimas lo hago estremecer,
Yo no tengo suficientes arrugas en mis manos, pero la sabiduría ya se plasmó en mi piel,
Yo no soy tan sabio como lo que escribo, pero puedo dibujar a la libertad con mis versos en el papel,
Cuando me siento sin sentido, el mar hace en honor a mi memoria un minuto de silencio
Un minuto de silencio es el sosiego efímero y el agua que me da de beber este desierto de agonía,
Un minuto de silencio es todo lo que mi mente necesita para en medio de la tormenta de palabras encontrar la rima,
Un minuto de silencio y un parpadeo que grabe esta oscuridad de medio día,
Un minuto de silencio para renacer hecho esclavo y rey sobre el papiro y darle sentido a mi vida”
Cristian Ramírez
domingo, 17 de octubre de 2010
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