viernes, 25 de septiembre de 2009

Levántate y camina

Levántate y camina

¡Africa, levántate y camina!

Cuando el tirano llegó, tomó por la fuerza lo que Dios me había dado, mi tierra, mi cultura, mi alegría, mi canto,
Se llevó mis alimentos y violó a mis mujeres, me ató a su cadena, me hizo uno de sus bienes,
Pero yo nunca fallezco porque soy más fuerte que el océano,
Cargo en mis palabras la ira divina,
Soy el que purga el mal de ambición que a la humanidad contamina,
Soy el que descalzo por las brazas del bien y del mal camina,
Soy el que escucha la cabalgata del castigo cuando el final se avecina,

Soy el que te da de comer, mientras engordas y te envenenas,
Soy el que odia esa sonrisa satánica en tu rostro que se alimenta de mi pena,
Soy el remordimiento y la condena que se camufla entre tus venas,
Soy al que pisas, al que atropellas, el que será pronto tu gangrena,

Mi pueblo está cansado de recibir maltratos,

Derramaste la sangre de tu madre al golpearme y no viste que te matabas a ti mismo,
Que cada golpe que me das durante la historia es un paso hacia tu abismo,
Que mi alma es tan pura e imperturbable, que sobrevive a tu terrorismo,
Que soy la verdadera libertad, soy lo real, que soy el pan del existencialismo,

Muchos años han pasado y la profecía se está cumpliendo,
Me abrí paso entre tu maleza con la espada de sabiduría que el vientre del mundo puso en mi mente,
Pasé de ser escoria humana para tus ojos, ahora soy uno más, ahora soy gente,
Pero sigues maltratándome con tus comentarios y tu vanidad en creciente,

Inventé la música con la que hoy te lucras,
Pisé antes que tú los lugares en los que construir historia buscas,
Soy poeta, soy atleta, soy esclavo, soy guerrero, soy pobreza y desolación,
Tan sólo de la alegría soy prisionero,

Yo siempre peleo, sin cañones y sin miedo,
En medio de la nebulosa a mis enemigos los veo,
Soy el que crea con abrazos y hace reales los sueños,
Soy el más sensible, fuerte y ágil, el del color de piel más bello,
Soy el más puro, el intocable, el iluminado al que llamas negro,

Soy la tierra que ayer explotaste y que hoy te alimentas de su melodía,
Soy el brillo de la luna, soy un eclipse, soy la luz del mediodía,
Soy el que escucha la cabalgata del castigo cuando el final se avecina,
La voz que te dice que aún no estás muerta. Africa, ¡Levántate y camina!

Por el dolor de mi raza es que al blanco con el demonio confundo,
Por el dolor de mi raza golpearé con música y arte al mundo,
Por el dolor de mi raza aprenderé a volar en un segundo,
Por el dolor de mi raza, la melodía de un saxofón será mi pensamiento más profundo,

Por el dolor de mi raza enseñaré a volar a los peces,
Por el dolor de mi raza moriré y resucitaré mil veces,
Por el dolor de mi raza juro que me vengaré,
Por el dolor de mi raza jamás odio en mi corazón albergaré.

El ayuno debilita nuestros cuerpos, pero alimenta nuestros espíritus,
La tierra seca que pisamos quema nuestros pies, acá no parece haber esperanza, pero siempre sale el sol,
Acá vemos en el cielo la sonrisa del señor,
Acá no hay ríos, ni cascadas, no hay sosiego, sólo hay hambre,
Acá es donde nace el agua pura que es el llanto de nuestras madres,

El espíritu de la libertad nos visita cada noche, nos dice que algún día nos llevará a un lugar muy lejos donde beberemos de una fuente que jamás se secará,
Una que construimos con nuestros argumentos, nuestra resistencia y libertad,
Libertad que al contrario de nuestros recursos, nunca escatima,
Libertad que es el triunfo que el esfuerzo del perseverante siempre estima,
Libertad que son hojas en el viento cuando la guerra termina,
Libertad que grita ¡Africa, levántate y camina!



Cristian Ramírez A.K.A El último poeta

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